Como hemos comentado, la energía eólica es la más importante de las renovables en volumen dentro de nuestro país. Pero, a nivel doméstico, es de las menos explotadas. Y el motivo principal quizás resida en su instalación necesaria, que requiere de una inversión de hasta 10.000 euros, lo que normalmente no se tendría en cuenta a menos que fuera obligatorio por normativa.

Aun así, muchos expertos consideran que no es la única explicación. Por ejemplo, está el hecho de que no se ha aprovechado la tecnología empleada a nivel de producción global para el mercado doméstico, por lo que los costes siguen siendo elevados. Mientras las placas solares tienen un precio asumible, los aerogeneradores de mini eólica no. Pero tampoco es el único factor que juega en su contra.

Las placas solares siempre serán silenciosas, pero los molinos de viento de la mini eólica pueden originar ruido. Pero también juega en su contra que, en entornos urbanos, no han tenido un buen resultado. Igualmente, no existe un buen manual de cómo realizar la instalación de los aerogeneradores y se han dado resultados muy malos al montarse de manera incorrecta o en lugares donde no era posible beneficiarse del viento.

¿Cuál podría ser la solución para que empezara a popularizarse de una manera mejor? Sin duda, desde las asociaciones eólicas se apunta a la regulación normativa del sector. Aunque es totalmente legal instalar un sistema de autoconsumo eólico en casa, también existe un borrador de Real Decreto muy desfavorable al autoconsumo, que habla de multas desproporcionadas. Eso provoca desconfianza entre aquellos que temen que, en un futuro cercano, se limite el uso. Además, se comenta que algunas de las productoras eléctricas podrían fomentar una regulación para prohibir la energía eólica en los hogares para así no perder beneficios.

Ir al contenido